IDEARIO

Para las Escuelas del Ave María es indudable que los padres tienen derecho a elegir el tipo de educación que deseen para sus hijos y el centro que estimen más conveniente para realizar conjuntamente esta difícil tarea.

Ustedes han elegido las Escuelas del Ave María para que en ellas se eduque su hijo. Nos parece necesario comunicarle cómo concebimos nosotros la educación, siguiendo la trayectoria que nos marcó nuestro fundador, quien deseó que sus Escuelas fuesen confesionalmente católicas.

Don Andrés Manjón creó las Escuelas del Ave María en 1889, con un pensamiento cristiano y una pedagogía originales. Su deseo fue trabajar por la promoción cultural, social y religiosa de la sociedad en que vivió.

Las Escuelas del Ave María, hoy, siguiendo las directrices marcadas por su fundador, desean contribuir, por medio del clima que crean en sus colegios y del tipo de educación que imparten a sus alumnos, a la formación de una sociedad mas humana y más justa, animada por el espíritu evangélico.

Ofrecemos este Ideario para que, dentro de la sociedad pluralista que vivimos:

  • los padres conozcan las líneas educativas que se siguen en la Escuela que han elegido para que se eduquen sus hijos.
  • los profesores se comprometan a seguir estas directrices y a colaborar para llevarlas a la práctica, y
  • los alumnos sepan hacia que meta nos dirigimos.

A partir de este Ideario, los padres, los profesores y los alumnos, elaborarán cada año un proyecto educativo que intentará llevar a la práctica estos principios generales, caminando así unidos hacia una misma meta, y que será sometido a la aprobación del Patronato.

OBJETIVO DE LAS ESCUELAS DEL AVE MARÍA:

«El pensamiento final de estas Escuelas es educar ensenando, hasta el punto de hacer de los niños hombres y mujeres cabales; esto es sanos de cuerpo y alma, bien desarrollados y en condiciones de emplear sus fuerzas espirituales y corporales en bien propio y de sus semejantes; en suma, hombres y mujeres dignos del fin último para el que han sido creados y de la sociedad a que pertenecen hoy muy necesitada de hombres cabales».

Andrés Manjón. Según esto, las Escuelas del Ave María pretenden impartir una formación humana integral, inspirada en una concepción cristiana del hombre, de la sociedad y de la vida.

El objetivo de nuestra Escuela es:

Desarrollar todo el potencial humano de cada niño, promoviendo su crecimiento afectivo, social, intelectual, moral y religioso, a través de un esfuerzo unido de toda la comunidad escolar; en una actitud de profundo amor y respeto a la persona, la familia, la patria y la religión; ofreciendo a sus educandos el anuncio explícito del mensaje evangélico de forma progresiva y adecuada a su edad y de suerte que queden iluminados por la fe los conocimientos que los alumnos van adquiriendo de la vida, del mundo y del hombre.

En resumen: La Escuela del Ave María ofrece un sistema educativo basado en el respeto a la dignidad de la persona fraterna.

I. Formación intelectual:

«El Ave María aspira a enseñar haciendo, para educar enseñando»

Andrés Manjón

Por eso en las Escuelas del Ave María:

  • Queremos que nuestros alumnos se capaciten para trabajar por sí mismos, adquiriendo un método personal de estudio.
  • Pretendemos crearles una preocupación por la cultura, la investigación, la búsqueda y, a través de ellas, que sepan hacer frente a los problemas que les plantee la vida.
  • Fomentaremos el espíritu de creatividad.
  • Respetaremos y cultivaremos la originalidad de cada alumno que ha de madurar su personalidad de forma diferenciada.

II. Formación social:

«Enseñemos al niño a vivir, no sólo para sí, sino para los demás y no sólo para la familia, sino para la Religión y la Patria»

Andrés Manjón.

En el momento actual nuestra aspiración en las Escuelas del Ave María es desarrollar en los educandos sus condiciones físicas, morales e intelectuales, a fin de que adquieran un sentido perfecto de sus responsabilidades en la vida y en la consecución de la verdadera libertad, siendo capaces de participar activamente en la construcción de un mundo según el plan de Dios.

Por eso:

  • Queremos conseguir personas auténticamente libres, buscadoras de la verdad, preparadas para vivir comprometidamente su existencia en un mundo pluralista en el que deberán respetar las opiniones de las personas con independencia de sus implicaciones sociales, políticas y religiosas. Buscamos formar la persona en orden a un fin último y al bien de la Sociedad de la que forma parte, de manera que pueda participar activamente en la vida social, estando dispuesta al diálogo con los demás y a prestar su colaboración para la consecución del bien común.
  • Queremos disponer a nuestros alumnos para que puedan abordar críticamente la sociedad en que viven y para que sean capaces de influir en la sociedad de mañana y en sus estructuras.
  • Queremos proponer a los alumnos la obligación de asumir sus compromisos cívicos, pero sin intentar canalizarlos en líneas políticas determinadas, conscientes de que la fe cristiana es compatible con diferentes opciones políticas.
  • Queremos desarrollar:
    • La capacidad de relaciones personales.
    • La apertura y el respeto a los demás.
    • La actitud de servicio.
    • El respeto profundo a la libertad del otro.
  • Queremos llevar a los alumnos el convencimiento de que el Ave María es una Escuela que pretende cultivar y educar en el amor, obediencia y respeto a la familia, la Patria, la Religión y la Humanidad.

III. Formación moral:

«¿Será educación seria y formal la que en vez de formar verdaderos y nobles caracteres, los deforma y hace juguetes de las pasiones y circunstancias, y produce esos viejos anticipados y vividores, que no miran donde está el bien y el mal, sino donde dan pan?»

Andrés Manjón

Para lograr una educación moral en las Escuelas del Ave María:

  • Queremos que nuestros alumnos alcancen un sentido de la libertad y dominio de sí mismos que les permita actuar consciente y responsablemente.
  • Queremos que nuestros alumnos se capaciten para discernir lo bueno y lo malo a la luz del evangelio y que sean consecuentes con sus actos.
  • Queremos que adquieran hábitos morales, virtudes humanas, como la responsabilidad, la honradez, sinceridad, ética profesional.
  • Queremos conseguir un clima de justicia en la Escuela educando en la colaboración y no en la competencia rehuyendo todo tipo de privilegios y evitando cualquier tipo de discriminaciones.
  • Queremos desarrollar el sentido crítico, orientando a los alumnos con criterios evangélicos de respeto y comprensión, así como de coherencia y audacia.

IV. Formación religiosa:

«Los niños cristianos, por serlo, tienen derecho a la educación cristiana. Los padres de estos niños, por serlo, no pueden ni deben abdicar el deber y el derecho de educar a sus hijos como lo que son, como hijos de Cristo por el Bautismo.»

Andrés Manjón

Persuadidos del valor humanizador de lo religioso para la plenitud de la vida humana y convencidos de la fuerza y de la fecundidad del Evangelio para liberar y plenificar al hombre, nos esforzaremos por establecer el diálogo entre la cultura que trasmitimos y la fe cristiana.

Para lograr una educación religiosa en nuestros días:

  • Queremos preparar a nuestros alumnos para que vivan dinámicamente el catolicismo siendo difusores del mismo en su ambiente.
  • Queremos formar católicos conscientes y comprometidos, que usen sus talentos, sus valores cristianos y humanos para construir una sociedad mejor.
  • Queremos cultivar la fe de los que ya creen y desean madurar su compromiso cristiano:
    • Mediante la vida litúrgica y sacramental.
    • Favoreciendo su incorporación a la comunidad cristiana.
    • A tal fin los maestros del Ave María deben crear un ambiente en la comunidad escolar animados por el espíritu evangélico, ordenando toda la cultura humana según el mensaje de la salvación.

V. La comunidad educativa:

«Para que la enseñanza sea educadora, dese de acuerdo con los distintos educadores. Si así no se hace, desharán unos la obra de otros, perderán el tiempo y perderán al educando, que es lo más lamentable».

«Las Escuelas del Ave María sean paternales enseñando y educando; sean auxiliares de los padres en la formación de sus hijos; sean la continuación del hogar por la confianza, el amor, la libertad y el cariño».

Andrés Manjón

Corresponde al Patronato la misión de continuar la Institución docente, religiosa, benéfica y autónoma fundada por D. Andrés Manjón, velando por el cumplimiento de los fines doctrinales específicos expuestos anteriormente.

Corresponde al maestro colaborar con los padres en la función educadora de los hijos poniendo en juego toda su vocación y diligencia.

Para los que hoy integramos el Ave María constituye un ideal la integración de la familia en la Escuela. Sabemos que forma parte de nuestra tarea el contacto estrecho con las familias, el conocimiento de su ambiente y la amistad personal con ellas.

Todos los miembros de la comunidad educativa están llamados a participar en la elaboración del proyecto educativo y en su ejecución, mediante la constitución de un eficiente consejo de dirección en el que intervienen los directores, los profesores, los padres de los alumnos y los alumnos en función de su preparación y competencia específica, llegando así a una dirección participada:

  • Los educadores se comprometen a construir la comunidad educativa procurando dar, con su competencia y testimonio, la verdadera imagen del educador cristiano.
  • Los padres participarán en la marcha del centro con el fin de alcanzar las metas propuestas en este ideario.
  • Los alumnos son protagonistas de su propia educación y participaran gradual y responsablemente en la vida de la Escuela.

Concebimos la participación como un derecho y un deber de corresponsabilidad de todos los componentes de la comunidad educativa, asumiendo cada uno la función que le corresponde para llevar a cabo las metas que en común nos proponemos. Por eso, queremos crear canales de participación en la tarea que la Escuela realiza, haciendo así real y visible la corresponsabilidad y comunión entre todos los que convivimos en la Escuela.

En las Escuelas del Ave María se realizará una labor de formación permanente a favor de los propios educadores, de los padres de familia y de los antiguos alumnos.