El que fue director de las Escuelas del Ave María desde el año 63 ha recibido un reconocimiento en la ciudad que le vio nacer. Esta inauguración estaba prevista hace dos años, antes de la llegada de la pandemia, coincidiendo también con la festividad de San José, onomástica de este sacerdote diocesano.
El ayuntamiento de Motril ha accedido a dedicarle una plaza con su nombre tras una vida entera entregada a la labor educativa con los más pobres. Será cerca de la escuela Ave María Varadero que él mismo fundó empeñando parte de su patrimonio.